¡Buenos días, profe! 👋 ¿Qué tal?
Si hay un boletín que no me pierdo ni un solo día es "Tu Cerebro al Desnudo" en el que el neurocirujano Osman Salazar y el emprendedor Ignacio Berges nos cuentan de una manera muy sencilla cómo funciona nuestro cerebro (y el de nuestro alumnado).
Hoy tenemos el lujo de que nos expliquen más en detalle cómo funciona la atención, su relación con la motivación y algunas recomendaciones prácticas.
Pegadle una ojeada a su boletín, de verdad merece mucho la pena.
¡Al lío!
Por Osman Salazar e Ignacio Berges
Recuerdo con gran cariño a muchos profesores, pero uno de los que más me marcó fue Carlos Pina, mi profesor de matemáticas.
Lo más destacado era su peculiar método para calmar el gallinero que se formaba antes de cada clase y captar nuestra atención. Mientras el resto de profesores intentaban, a la desesperada, gritar más que nosotros para mandarnos callar, Carlos Pina hacía exactamente lo contrario. Comenzaba a dar la clase en un tono de voz normal y, cuánto más gritábamos nosotr@s, más bajaba la voz él.
¿Y qué ocurría después? Que lo que había explicado en ese preciso momento en el que nadie había prestado atención era justo lo que ponía en el examen.
Una vez conocías el método empezabas a prestar atención a su clase desde el minuto uno. Incluso recuerdo que si alguno estaba un poco más alborotado, eran los propios compañeros los que le mandaban callar.
Sin duda era un método infalible.
Y es que captar la atención de los alumnos es una tarea de lo más complicado. Nuestra idea es que cuando acabes esta newsletter tengas una idea más clara de cómo funciona la atención en el cerebro de tus alumnos. Si lo conseguimos, tendrás herramientas mucho más eficaces para conseguir captarla.
Un aspecto fundamental en la educación moderna es el “salto generacional” entre docente y estudiante.
El primer paso es tomar conciencia de que los intereses, objetivos, metas, motivaciones y expectativas de tus alumnos no se corresponden con los tuyos como docente.
Hoy en día, en un mundo que cambia rápido, lo más importante es enseñar a pensar, aprender, interactuar con el medio y adaptarse a él.
Por eso, la primera reflexión para enseñar mejor no está en la atención del alumno sino en la tuya como docente
En el capitalismo cognitivo en el que vivimos prima la economía de la atención. La neurociencia de la atención es realmente útil cuando sale del laboratorio y se aplica en el aula.