¡Buenos días, profe! 👋 ¿Cómo estás?

Primeros días de vuelta al aula, todavía sin el alumnado. En la Edición 92 hablábamos de la importancia de la bienvenida estos primos días de clase ¿Alguna buena experiencia? ¿Y mala? Me gustaría que me las contaseis. Lo podéis hacer respondiendo a este correo 📨.

Cambiando de tercio. Mi hermano es jardinero. En mis ratos libres, durante el verano, le suelo ayudar a crear, diseñar y mantener jardines (aunque no tengo demasiada idea). Este verano me he llevado uno de los mayores aprendizajes de mi vida que extrapolo a la educación.

Principios de julio, en un chaletazo de una familia en una población vecina. Todas la semanas lo visitábamos y pasábamos allí una mañana entera: podar, limpiar, regar, organizar... ya sabes, lo que hace un jardinero.

Al final de la mañana, todos los días, mi hermano dedicaba los últimos 5 minutos a regar un espacio en el que solo había tierra. Muy raro. No se veía ningún atisbo de que ahí hubiese algún tipo de planta. Nada.

Pasó julio. También agosto. Seguía sin verse nada. Al final, me atreví a preguntarle. "Patxi, ¿para qué hacemos esto si en los dos meses que llevamos ya has visto que no hay nada?" Me miró, sonrió y aquí vino el aprendizaje.

Me dijo que llevaba haciendo eso durante los últimos seis meses. Semana tras semana. Los últimos cinco minutos eran para regar ese capazo aparentemente de tierra. Pensé que se había vuelto loco. Pero no.

Me contó que ahí había bambú. Que el bambú era una planta que de media tardaba siete años en verse porque durante todos esos meses se dedica a crear un sistema de raíces tan potente que luego le permite alcanzar los 30 o 40 metros de altura. Me "explotó" la cabeza.

¿Siete años regando para no ver nada? Pero aquí es donde cambió mi pensamiento, porque, en cierto modo, es lo que hacemos en la escuela.

Ayudamos al alumnado a crear un complejo sistema "de raíces" que serán la base para poder crecer y comprender muchísimas otras cosas en los años posteriores. Y, como comprenderás, esta base es de lo más importante. Sin ella, el bambú, se tuerce, se cae y muere.

Esto me recordó al slow learning, un concepto que cada año considero más esencial: poner esfuerzos en interiorizar bien los contenidos y competencias nos permitirá adquirir nuevas posteriormente.

¡Vamos al lío!

PD: Por cierto, si no te importa, al final del boletín he dejado 3 botones para darme feedback y compartir aquello que resulta más interesante.

La nueva ley - LOMLOE 👨‍⚖️

¡Vaya lío llevamos con la nueva ley! Nuevos conceptos, una estructura basada totalmente en competencias y un montón de páginas por leer.

En mi opinión, creo que es absolutamente necesario que leamos la ley, la conozcamos y entendamos qué nos pide. Al final, es nuestra herramienta de trabajo.

@pablofcayqca se ha currado un vídeo que me ha gustado mucho en el que explica la nueva estructura curricular con la LOMLOE. En poco más de 7 minutos repasa los conceptos y principios básicos que nos ayudarán a realizar nuestra programación. Muy recomendable para estos días.

Una herramienta destacada 🧰

En este caso son 6. Os dejo una recopilación de herramientas para crear nubes de palabras. Puede venir genial para: