¡Buenos días, profe! 👋 ¿Qué tal?
En la #122 | El modelaje y el andamiaje, clave en tu aula hablamos del modelaje y el andamiaje en el aula, haciendo especial hincapié en la importancia de mostrar al alumnado ejemplos con los que puedan visualizar la meta de una actividad/producto.
En esa edición te presenté a Andoni, mi amigo y preparador físico, y te conté cómo, sin él saberlo, me estaba enseñando una buena lección de pedagogía y didáctica con su forma de entrenar.
Pues bien, este año me ha dado otra. Y sí, es la teoría de la variación (variation theory en inglés). Pero, ¿qué es esto?
Es el hecho de utilizar ejemplos y “contraejemplos” para ayudar a los estudiantes a enfocarse en aquellos aspectos que son críticos de un concepto.
Al mismo tiempo que el alumnado aprende lo que es, también aprende lo que no es. Les ayudamos a poner el foco en esos aspectos esenciales.
Andoni lo hace cuando me envía vídeos explicándome los ejercicios. Me dice lo que tengo que hacer, donde debo notar tensión y la forma de ejecutar la actividad. Pero también subraya lo que tengo que evitar en ese ejercicio, donde no me tiene que doler y cómo no he de colocar el cuerpo.
Luego, normalmente, cambia de posición para que vea el ejemplo bien hecho desde otro punto de vista.
Una combinación casi perfecta (recordad que no hay recetas mágicas): modelaje + teoría de la variación.
¡Cuidado! Esta teoría de la variación no es apropiada en todos los casos. Hay veces que nos puede llevar a confusión.
¡Vamos al lío!
Retroalimentación
Este año, como casi todos, estoy intentando mejorar la evaluación y el feedback que le doy al alumnado. Y sí, es una carrera que parece no tener fin.
Cada año creo que lo hago mejor que el anterior y cada año me vuelvo a dar cuenta de que la meta sigue estando igual de lejos. ¿Es que lo que hice el año pasado no me sirvió para avanzar en esta carrera? Poco, pienso. O quizá mucho y sea la meta la que se va alejando conforme vamos aprendiendo y desarrollándonos, forzándonos a recorrer cada año un poco más de camino que el anterior.
Las correcciones, evaluación y la retroalimentación son tres patas fundamentales en una práctica docente sustentada por múltiples más. Esta cantidad de apoyos que sirven como base para llevar a cabo lo que llamamos "Enseñanza" es, en parte, lo que la hace tan difícil. Bueno, más bien compleja.
Este año estoy seleccionando algunas actividades y tareas en las que doy un feedback más completo (más allá del que se da mientras el alumnado está desarrollando la tarea). Para ello, llamo uno a uno al alumnado, les muestro su tarea, las anotaciones que tengo y les digo lo que creo que podrían mejorar para la siguiente.
Viendo esta infografía de @dchicapardo, y volviendo a lo que comentábamos al principio, me doy cuenta de que todavía hay mucho por mejorar. Y que suerte. Implementar esto me parece un paso más que firme y coherente.